martes, 29 de enero de 2013

Argo, el cine en misión de rescate

Seguimos el camino de alfombras rojas y le toca el turno a Argo, la gran sorpresa de este año. No solo ha estado en boca de todos por tocar un tema tan delicado como una operación encubierta de la CIA (esto parece que empieza a ser habitual en el mundillo del cine), ni porque la crisis de los rehenes en Iran fuese su foco de atención, sino por la destreza visual de un "casi" novato director (y protagonista). El suspense, la creatividad desesperada y los silencios angustiosos serán la firma que conseguirá que no apartemos la mirada de la pantalla durante sus 120 minutos.

 

"La película era falsa. La misisón muy real". A situaciones desesperadas, medidas desesperadas, y eso es lo que parece que pensó el servicio de inteligencia, tal y como ha desvelado la desclasificación de la misión, y con ello, la semilla para su film. 68 rehenes en una embajada Estado Unidense a merced de los iraníes, y 6 diplomáticos ocultos y refugiados en la embajada Canadiense sin protección. Será entonces cuando entre en juego Tony Mendez (Ben Affleck), experto en situaciones de rescate, para proponer una medida tan absurda que no puede salir mal (aunque las que estaban encima de la mesa no es que fuesen brillantes).

El cine será el pretexto para una operación de rescate en un país donde cualquier americano corria peligro de muerte. Engañar a Hollywood es el primer paso, el segundo es hacer lo mismo con las milicias iraníes, su gobierno, y sus tropas cuyo único objetivo es descubrir estadounidenses. El ritmo de la historia mezclará momentos irrisorios y mucho carisma, con situaciones de angustia que nos dejarán sin respiración hasta que termine la escena (seguro que la siguiente no tranquiliará nuestros nervios precisamente).

Con la falsa excusa de buscar escenarios y localizaciones para la película "Argo" (cuyo argumento tampoco queda del todo claro, y lo que se explica no parece que vaya a dar lugar al taquillazo del año), prepararan todo lo necesario para entrar y salir de un país que emana irá y sed de venganza

No solo cuenta con nominación al Oscar a Mejor Película, Actor de Reparto (Alan Arkin) y Guión Adaptado (de un informe recien desclasificado), sino que ya ha arrasado en los Globos de Oro y en los premios del Sindicato de Actores, entre otros. Y no sin razón: argumento, personajes, acustica y ritmo, todo eso no sería posible sin una mano firme que lo orqueste todo a la perfección (Affleck ha desmotrado con este film que está a la altura de los que deberían haber sido sus compañeros de nominación al Mejor Director, pero no le veremos en esta categoria este año).


Una construccion cinematografica reflexiva, con mucho movimiento de cámara que no nos dejará quedarnos quietos. No hace falta mucho ruido y acción para ponernos los pelos de punta, basta un silencio que llegue en el momento opotuno, y vaya si lo hacen. Aprovechando la dinámica visual con una composición perfecta de los elementos sonoros que aparecerá casi sin darnos cuenta, nos enganchará en una historia que impactó al mundo. Una mision dificil, imposible, en un momento peligroso, que en el último momento dependerá de la confianza, el honor y el comprimiso.

Si no fuera suficiente que nos metieran en el mundillo de Hollywood para falsear una película, y de la mano de dos grandes como Alan Arkin y John Goodman, las referencias al cine clásico (e incluso alguna mención al moderno) serán el broche de oro, ese toque especial que la diferenciará del resto. No es una película de espias, ni de politicas exteriores o guerras, ni siquiera de acción. Es una película donde todo eso se junta con la imaginación puesta al límite para salvar vidas.
 
El resto del reparto brillante. Los 6 miembros objeto del rescate nos transmitirán la angustia y desesperación de personas que han dado por hecho que en cualquier momento pueden morir y que, quizás, su gobierno les haya abandonado. Vemos un Bryan Cranston, esta vez dentro de los márgenes de la ley y fuera de la cocina, y cada vez tengo más claro que cualquier papel que le den, él se encargará de bordarlo.

Una porción de historia oculta que ve la luz para narrarnos los entresijos complicados que llevaron al desenlace de la crisis de los rehenes.



Argo es un ejemplo de como una película de "espias" puede transformarse en mucho más, en una historia de entrega y esperanza con el suspense como pauta. Una dura rival en la lucha por el Oscar.

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